viernes, 1 de enero de 2016

Introducción a la comedia

En esta entrada vamos a explicar qué es el teatro de comedia. A continuación se expondrán las características principales del género así como los aspectos que lo diferencian con respecto a otro tipo de representaciones teatrales. Para definir correctamente qué es la comedia, vamos a repasar más detenidamente cuáles son sus características clave, los elementos que describen cuál es su finalidad, la forma en que se desarrolla el conflicto, el tema o cómo actúan sus personajes. Por un lado, podemos decir que la finalidad principal de la comedia es que muestra exageradamente nuestros vicios y defectos, con una intención claramente moralizante y educativa. Así pues, la comedia, pone en ridículo los vicios o malas costumbres para corregirlos mediante la risa. Sin embargo, no trata de corregirlos en quienes los practican, sino que los representa con un método preventivo para evitar que lo adquiramos los demás. A pesar de que en la comedia los temas recurrentes son el engaño, el robo, la burla y la estafa, los temas suelen ser problemas de personas comunes que tienen defectos, debilidades y vicios como cualquier otra persona; no aparecen personajes idealizados ni excesivamente perfectos, sino que es, en realidad, más racional que otros géneros, más fiel a la vida misma sin dejar de lado que se trata de una representación teatral. El conflicto, por lo general, es generado por un vicio de carácter del protagonista. Esta manía es contraria al bienestar social de la comunidad en la que vive el protagonista. El bienestar social es relativo a la época y al lugar. El ‘vicio de carácter’ del personaje principal le hace actuar como un transgresor de esa sociedad, ya que rebasa los límites de lo "conveniente" y por ello debe ser castigado; esto significa que el personaje vicioso es castigado socialmente, o sea, es puesto en ridículo por el mundo en el cual vive. Siguiendo con los personajes, decir que el protagonista es básicamente un personaje de baja calidad moral que encarna algún vicio o defecto de los seres humanos, bien sea la avaricia, la irreverencia o rebeldía; pero sumamente complejo. En el caso de Tartufo, lo que Molière critica es la hipocresía que se representa en este personaje, prototipo del mojigato que finge vivir valores que en verdad no tiene y que sólo persigue su bienestar a costa del daño que produce a los demás. En pocas palabras, un personaje vicioso que es ridiculizado. Como en toda buena obra, llegamos al final. El desenlace no suele, sino que tiene que ser feliz para alguna de las fuerzas que se oponen al protagonista o para todas, menos para aquel que encarna el defecto que debe ser castigado, es decir, puesto en ridículo. No olvidar el hecho de que el personaje protagonista suele ser común y corriente y representar un arquetipo, es decir mentiroso, charlatán, fanfarrón, pícaro, enamorado… Es también inocente e inconsciente y, a diferencia de la tragedia, donde el personaje protagonista tiene un profundo sentido ético, en la comedia el personaje protagónico considera su moral como una cualidad importante; lo que lo hace ser muy vital, aunque esto es más bien un obstáculo para el personaje. Siempre la acción recae sobre una empresa que debe llevar a cabo el héroe cómico, empresa que finaliza con el éxito del héroe y la derrota de sus oponentes. La comedia normalmente exponía y criticaba sin miramientos todo aquello que irritaba al poeta, dirigiéndose al público en un lenguaje que éste entendía perfectamente.

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